Para interpretar a la policía de “La cuaima”, se asesoró en el Cicpc
ERÉNDIRA GÓMEZ
Caracas. Portando la piel de Yamilet Cáceres Robaina, una joven policía de La cuaima, Ámbar Díaz vuelve a hacerse sentir, de lunes a sábado en los hogares venezolanos a través de la pequeña pantalla.
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їQué es lo que más le gusta de su trabajo? Sentir, convertirme en otra persona.
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їLe nutre? Mucho. Cada personaje deja algo. Para este hice trabajo de campo en el Cicpc, con el Inspector Jefe, Rodolfo Mactur, y el Subinspector Jefe, Anixo Salavarría.
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Después de conocer esa labor, їhubiese sido policía? No, es muy arriesgado, das muchísimo por el trabajo y olvidas tu vida personal, no es bien remunerado, no les dan motivación alguna.
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їCuándo siente que debe tirar la toalla? Cuando no puedo hacer más nada.
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їQué prefiere, un buen amante o uno con dinero? їSerá uno con dinero? Amor con hambre no dura..., es una dualidad, aunque el dinero no es lo más importante, es bueno tener al lado a alguien que tenga cualidades, como ser profesional, estable económicamente, buen amante, padre, esposo, educado.
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їEl trabajo en su vida es un vicio o un néctar? Un néctar, porque me nutre muchísimo.
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їY los hombres? Tengo novio hace dos años, Asdrúbal cursa Ingeniería de Sistemas en la Universidad Metropolitana. También me nutre, pero es diferente.
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їQué es vital para usted? ЎMi madre! .
їEl mal carácter es una de sus cualidades? Tengo fuerte personalidad, dominante, “fosforito”. •
NO ES UNA MUJER ARRIESGADA
La actriz, que empezó su carrera en nuestra televisión a los 4 años, bailando en Los Mini pops, reconoce que con el paso del tiempo, aunque sólo tiene 21 años, ha ido controlando sumal carácter.
Preguntamos en relación a si tenía virtudes, y después de unos segundos asegura tener una: “Soy muy, muy intensa en todas las cosas que hago”.
Lo cuaimífero le sale al decir con énfasis: “Para nada necesito que me defiendan”.
A pesar de lo absorbente de su profesión, Ámbar Díaz no ha dejado a un lado sus estudios.
Cursa sexto semestre de Arte en la Universidad Central de Venezuela. No se considera una mujer arriesgada, ya que, “pienso bastante las cosas antes de hacerlas... pudiera arriesgarme, mas no con facilidad”.
