Desde Miami, la actriz habla de “Rebeca”, su nueva telenovela. No opina sobre política. “Tengo admiradores en ambos bandos”
Miami. Quienes están afuera del mundo del espectáculo pueden llegar a imaginar que los actores de las telenovelas tienen una vida relajada, de bastante gloria y lujos, y verdaderamente no demasiado trabajo.
Pero la descripción de la rutina diaria de la venezolana Gaby Espino, una figura joven pero sólida, demuestra que el asunto es más sacrificado de lo que parece.
Al igual que el grueso de sus colegas, la artista, una de las protagonistas de “Rebeca”, que sale al aire por Univision (y que próximamente emitirá en nuestro país Venevisión), trabaja de lunes a sábado, desde alrededor de las 7 am. hasta el anochecer.
En “Rebeca”, a Espino le ha tocado interpretar a la mala, a la chica malcriada que le hace la vida imposible a la pareja protagónica, en este caso integrada por la actriz Mariana Seoane y el actor, también venezolano, Ricardo Alamo.
“Se llama Princesa y es una mujer que consigue todo lo que quiere, que es muy altanera y que realmente se siente una princesa y exige que la traten como tal”, comenta, un poco divertida, comoconsciente de lo caricaturesco de su personaje.
Princesa es el primer papel de villana que le toca interpretar a Espino, quien jura sentirse satisfecha.
“Me da una buena oportunidad de demostrarme a mí misma y a los demás de que soy versátil”, sostiene.
La actriz expresa que siempre tuvo su base de residencia en Caracas, pero que ahora piensa trasladarse definitivamente a Miami, porque “las cosas no están tan bien” en su tierra.
La aseveración no le da pie para tocar la política.
“Trato de mantenerme al margen”, explica, cuando se le pide opinión sobre Hugo Chávez. “Sólo digo que el pueblo venezolano es muy luchador y espero que salga adelante”.
“Como artista me debo a mi público y hay una parte del mismo que está con Chávez y hay otra que no”, se justifica con una lógica clara.
Espino se controla menos para referirse a su vida sentimental. “Tenía un novio durante un año . Ibamos a casarnos, pero hace como dos meses terminamos de mutuo acuerdo”.
“Ahora estoy concentrada en mi trabajo, tranquila y feliz”.
Espino opina que “Rebeca” es una novela rosa, tipo “La Cenicienta”, que “no falla, por más que en estos días se hable mucho de las telenovelas de actualidad”.