Juan Carlos García, protagonista de "La
Invasora"...
"Siempre rendiré culto a mi cuerpo"
** El actor confiesa que hasta que quiera sentirse bien, será esclavo de un
gimnasio para moldear su cuerpo, porque le gusta cuidarse para verse en forma.
"Para protagonizar es necesario que ames tu carrera, tengas ganas de triunfar,
trabajes duro y le eches mucho pichón", aseveró.
Diego Montaldo Pérez Fotos: Gerson Ramírez
"Trabajar al lado de Danielita es una bendición".
"La naturaleza me favoreció en darme una familia tan
hermosa como la que tengo, esa es mi máxima riqueza".
Tengo pequeña la cintura, y grande mis ganas de crecer.
Juan Carlos García se echó a llorar al finalizar la premiere de "La Invasora"
por la emoción del primer capítulo, además porque hace tan solo mes y medio
perdió a su madre, de ahí que los sentimientos los tenga a flor de piel.
El protagonista de esta nueva producción dramática de RCTV recibió la
felicitación de compañeros y ejecutivos del canal. Estaba vestido de pantalón
blanco, blazer de gamuza azul celeste y botas vaqueras blancas. Le costó mucho
secarse las lágrimas y era comprensible.
Esta es la cuarta telenovela en la que interviene el actor, de 32 años de
edad. La primera fue "Angélica Pecado", donde hizo el papel del masajista Paolo.
Luego hizo un papel de contrafigura, en "Carissima", y seguidamente su
protagonización en "La mujer de Judas", donde interpretó a Salomón Vaisman.
García despejó todas nuestras incógnitas, con esa franqueza y sencillez que lo
caracterizan.
-¿Hacia dónde se dirige tu meteórica carrera?
-Hasta donde mi mamá me ayude a llegar.
-Así como a la gente le dan ataques de uña encajada, ¿es verdad que a ti
te dan frecuentes pataletas de narcisismo?
-Yo parto de que todo hombre es narciso, y si ser narciso es cuidarse y
querer verse bien, ¡pues yo soy narciso!.
-¿A quién se lo das todo?
-A mi madre Margarita, murió hace mes y medio y por eso estoy así de
susceptible, admitió, con los ojos aguados.
-¿Quién te baja el ego?
-Mónica (Pasqualotto), ella me ayuda a poner los pies sobre la tierra, porque
en esta carrera es fácil que el ego se agrande. Ella, mis amigos y mi familia me
ayudan a hacer el contrapeso de lo que el ego puede llegar a crear en ti. Ellos
me ayudan a pisar tierra y me recuerdan que uno es un ser humano que trabaja
para el público y no porque la gente te halague se te debe desbordar el ego.
-¿Qué tienes pequeño?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Deja esa para el final.
-¿Qué tienes grande?
-Genéticamente, los glúteos. Y espiritualmente las ganas de crecer.
-¿Qué no puede faltar en tu closet?
-Soy adicto a los zapatos y cinturones. Zapatos no pueden faltar, tengo no
menos de 40 pares. Quizás el número de cinturones debe estar por ahí, 40 más o
menos. A veces me he dado cuenta que tengo zapatos de más y no tengo tiempo para
usarlos. Calzo 43.
-¿Duermes con pijama o a ring pelado?
-A veces a ring pelado, a veces con boxer, depende de cómo me sienta.
-¿Qué es lo más rebelde que hay en ti?
-El carácter, soy muy picado.
-¿El amor, al natural o con preservativos?
-El amor al natural, es más puro.
-¿Pero te cuidas?
-¡Claro! Ahorita estoy estable, siempre hay que cuidarse.
-¿Qué personaje público no soportas?
-En sí no es un personaje público, no soporto las personas que hablan sin
base. No me gusta la mentira. Odio mucho las personas públicas que hablan,
hablan y hablan de uno sin que nada de eso sea verdad. Respeto mucho a los
periodistas que van al fondo del asunto.
-¿Qué harías por dinero?
-Por dinero nada, por trabajo muchas cosas, por mi hijo y por mi familia
muchas cosas. Así por dinero suena muy banal -afirmó sin pelos en la lengua.
-¿Con quién te gustaría naufragar?
-¡Con mi hijo! Se llama Gabriel y tiene 6 años.
-¿Qué es lo que mejor sabes hacer?
-Ser sincero y espontáneo. Yo hablo de corazón.
-¿A qué edad la perdiste?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Como a los quince o dieciséis años.
-¿Cómo te gustan las mujeres?
-Sinceras, que quieran compartir conmigo todos mis anhelos de vida,
deportistas, espontáneas y que en algunos momentos sean tremendas y en otros
recatadas.
-¿En qué te favoreció la naturaleza?
Piensa por algunos momentos y puntualizó: "La naturaleza me favoreció en
darme una familia tan hermosa como la que tengo, esa es mi máxima riqueza".
-¿Hasta qué edad viviste en la casa paterna?
-Viví hasta que me casé, a los 26 años. Luego de mi divorcio volví un año más
a casa de mis padres, y hoy en día ya estoy independiente. Dejé la casa y a la
vez no la dejé, porque siempre uno está pendiente de su familia, compartiendo
con ellos. Entonces, en realidad nunca he dejado la casa paterna, sino
simplemente te vas a vivir a otro sitio.
-¿Qué no puede faltar en tu nevera?
-En mi nevera no puede falta el pavo, el queso, soy adicto a ellos, ¡soy
quesúo! -y rompe en una sonora carcajada. Tampoco puede faltar la mostaza, soy
adicto a ella y cualquier líquido o refrescos, trato de que sea de dieta. ¡Ah!
Tampoco puede faltar el casabe, lo pongo arriba de la nevera, y si hay papelón
mejor.
-¿Qué pides cuando rezas?
-Pido primero porque mi familia se mantenga unida, pido por la paz del mundo,
porque haya menos pobres y menos gente pasando hambre. Y luego pido por mí, para
que me ayude a ser un mejor hijo, un mejor padre, un mejor esposo y un mejor
compañero y ser humano.
-¿Qué es lo primero que te enjabonas?
-Lo primero que me enjabono es el pecho.
-Dime un lugar para pasar un rato amargo.
-¡Oye, ya me agarraste fuera de base en dos preguntas! A ver... ¡la Asamblea
Nacional!
-¿Qué querías ser cuando eras niño?
-Cuando niño quería ser policía, bombero, astronauta, de todo, menos actor.
En esos momentos no pensaba en la actuación, pensaba más en todo lo que tenía
que ver con rescate, pistola, metralleta y todo eso.
-¿Dónde tienes más cosquillas?
-En la ingle.
-¿Para protagonizar en RCTV es necesario mostrar un torso desnudo en la
mayoría de las escenas?
-No, yo pienso simplemente que es necesario amar tu carrera y que tengas
ganas de triunfar, trabajar y de echarle pichón. Eso es lo primero que te piden
ahí.
-¿Cuál es el peor castigo que te pueden hacer?
-Mentirme.
-¿Tu mayor vanidad?
-Mi mayor vanidad es el espejo, me veo mucho en él.
-¿Qué te diferencia de tu personaje Sergio Martínez?
-Muy pocas cosas, yo creo que Sergio se acerca un 90% a lo que es en realidad
Juan Carlos García, y eso de verdad me emocionó mucho. Yo creo que me va a
facilitar bastante el trabajo, aparte de que trabajar al lado de Danielita es
una bendición. Es lo más sencillo que hay, porque con sólo mirarla a los ojos te
lleva a jugar lo que ella quiere jugar.
-¿Exiges que tus compañeras protagónicas sean más bajas que tú para que no
te veas enano?
-No, todo lo contrario. Nunca he exigido nada. Más bien estoy agradecido con
las que me han puesto, nunca he exigido nada ni pienso exigir nada.
-¿Qué tienes pequeño?
-¡La cintura! -y rompe en una sonora carcajada.
-¿Hasta cuándo le rendirás culto a tu cuerpo?
-Siempre le rendiré culto a mi cuerpo, hasta que quiera seguir sintiendo
bien. Yo me siento bien como soy, y mientras sea así seguiré haciendo las cosas
que hago.
Diario El Aragüeño,
27/09/2003