El padrastro pervertido de "La Invasora"
Manuel Salazar: "Mi nuevo papel no es nada fácil"
Manuel Salazar es el villano más detestado del momento. Y es
que su personaje de "El Beto", el pervertido padrastro de Daniela Alvarado en
"La Invasora", está levantando polémica, por la cruda realidad que presenta.
Según se desprende de la sinopsis de la historia, Alberto
Maldonado, alias El Beto, es un hombre flojo, tramposo, maltratador y para colmo
de males, dado a la bebida. Veamos qué opina el histrión sobre este nuevo y
polémico reto.
-¿Es difícil hacer un tipo sin escrúpulos como "El Beto"?
-Cuando se tiene cierta experiencia en este oficio,
siempre hay manera de entrarle a los personajes. El Beto, es un reto y no es
fácil de abordar, sobre todo porque la última palabra la tiene el público.
-¿Crees que en realidad exista gente como él?
-Por supuesto. De hecho estamos mostrando una realidad
que existe en cualquier estrato social y lo más importante es dejar claro que
esto sucede cada día. Me da pena decirlo, pero en Venezuela hay más de un Beto
en la calle, ojalá que con esta denuncia que plantea "La Invasora" la sociedad
tome conciencia del daño que puede hacer gente como él.
-¿Qué castigo le darías a un hombre como él?
-Cadena perpetua es poco.
-¿Qué te han dicho tus amigos y familiares sobre Beto?
-Que doy asco, porque este es un personaje muy fuerte.
-¿Cómo ha tomado el público tu personaje?
-Pasa algo curioso, me rechazan, pero de una forma
simpática, porque saben sencillamente que es un rol dentro de "La Invasora".
-¿Te han dicho algo pesado por tu caracterización?
-Realmente nada pesado, hasta los momentos. Al contrario me
han felicitado.
-¿Estás listo para afrontar la polémica que generará El Beto?
-Ojalá genere polémica, pero sí estoy muy claro en lo que
hago.
-¿Este será tu gran personaje?
-Es mi gran misión.
-¿Te gusta mirar?
-A todos nos gusta mirar, ¿o no?
-¿Y que te miren?
-También, pero prefiero mirar.
-¿Es cierto que andas con escoltas?
-(Risas) ¡Todavía no! Afortunadamente aún no ando con
escoltas.
Diario El Aragüeño,
13/10/2003